Cuando me preguntan quién es mi músico favorito, normalmente no sé qué responder. Al cabo de un rato, la respuesta es clara; quizás sea una respuesta difícil, pero sin duda uno de mis músicos favoritos es Jean Jaques Perrey y lo que le diferencia del resto es que me gustaría que, además, fuera mi abuelo.No somos conscientes, Perrey ha estado, y está, en todas partes y ha sido secretamente influyente en muchos ámbitos. Para empezar, es el gran divulgador de los sintetizadores. Nunca inventó el instrumento, pero hay dos grandes hechos afortunados en su vida, y en la nuestra.
Perrey estudiaba medicina cuando conoció al inventor del Ondioline (George Jenny), un piano sin pedales capaz de reproducir vibraciones, sensible a la fuerza con la que se ejecutaba la música y que poseía un sistema de filtros que regulaba el timbre, el ataque y la caída de cada sonido. Jean Jacques dejó los estudios, y viajó por Europa haciendo demostraciones con el instrumento. El segundo hecho afortunado es su amistad con Robert Moog (el diseñador de sintetizadores por excelencia), que le convirtió definitivamente en uno de los primeros músicos Moog y siguió el resto de su vida componiendo música para televisión e investigando sonidos terapéuticos para insomnes.
¿Y todo este rollo? Es lo que provoca que salgan maravillas sonoras como las siguientes. Y no es casualidad que la segunda recuerde a la intro de Futurama.
Reportajes de moda de los 60 para la tele alemana
Jean-Jacques Perrey - E.V.A
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